Mi PROPÓSITO es que te empoderes, que encuentres el bienestar emocional y dejes de culparte, de criticarte y de sufrir por sentirte un bicho raro, que te atrevas a abrir el corazón y puedas conseguir tus objetivos en la vida.
Hola, soy Anna Abio, psicóloga sanitaria, psicoterapeuta familiar, terapeuta en bioenergética transpersonal y terapeuta floral.
Acompaño a personas que no se atreven a vivir como realmente desearían por miedo a lo que piensen los demás.
A través de mi método Abrir el Corazón, indagaremos en las emociones y los miedos que te paralizan y te dificultan para mostrarte cómo eres. Pondremos luz y consciencia a los juicios y pensamientos de que no eres suficientemente bueno y así los transformaremos en reconocimiento y valoración. Profundizaremos en los conflictos con tu familia, pareja y amigos, y en cómo a pesar de que te agotes intentando satisfacer a todos no te lo reconocen y te acabas sintiendo la oveja negra.
Te empoderarás y empezarás a mirar dentro de ti, aprendiendo a escucharte, reconocerte y darte permiso para mirarte con amor y cariño. Perderás el miedo al “qué dirán” y te permitirás dejar de intentar controlarlo todo. Así, empezarás a disfrutar y relajarte sin sentirte culpable.
Volverás a respirar conscientemente recuperando así tu vitalidad. Con la respiración también aprenderás a dar espacio a tus emociones y a tus pensamientos para generar el movimiento que necesitas para lograr tus objetivos y ser feliz.
Perderás el miedo
Te centrarás en tus deseos y necesidades y te atreverás a hacer lo que siempre has querido pero no intentabas por miedo.
No te sentirás solo
Te relacionarás diferente, más auténtico. Antiguos amigos y personas nuevas pasarán a ser una parte importante en tu vida.
Te liberarás de la culpa
Te darás cuenta de que no todo depende de ti. Te perdonarás los errores y reconocerás lo que aprendiste de ellos.
Sin hacerlo perfecto
Te atreverás a hacer cosas nuevas, a ser espontáneo y explorar sin buscar hacerlo «bien», sino gozar al hacerlo.
Expresándolas sin reacciones impulsivas
Aprenderás a escuchar el movimiento que propone lo que sientes y a actuar sin que te domine.
Sin sentirte atrapado en una vida sin sentido
Al vivir siguiendo tus deseos, tu vida tendrá sentido para ti y confiarás en que todo irá bien.
Expresarás lo que sientes
Abrirte a tu pareja os llevará a un espacio de intimidad nuevo y a una conexión profunda.
Dejarás de buscar su valoración
Descubrirás lo que sí te aporta tu familia y te permitirás poner límites a lo que te hace daño.
Un método para acompañarte a transformar tu vida y volver a sonreir.
Cada persona es diferente y por tanto cada proceso también lo es. En las primeras sesiones, valoraremos conjuntamente cual va a ser tu recorrido .
Te propongo un viaje hacia tu interior para cambiar estos aspectos que te producen malestar. Estos son los principales aspectos que trataremos. Tu camino puede abarcarlos todos o solamente algunos según tu punto de partirda y dónde quieras ir.
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Si tenemos puesta nuestra mirada hacia afuera, creemos que todo lo que nos sucede depende de los demás, de las circunstancias, del azar. Te propongo algo distinto: observar qué haces, qué piensas, qué sientes, qué notas en tu cuerpo. Y aprenderás cómo lo que te sucede depende de ti y cambiarlo también depende de ti.
2
La mayoría de personas respiramos de forma automática, sin darnos cuenta de cómo nos contenemos para dejar de sentir aquello que nos duele.
Recuperar la respiración consciente nos abre la puerta a todas aquellas vivencias que hemos reprimido para no sufrir y que nos limitan de manera inconsciente. A la vez, también es volver a nutrir a nuestras células y músculos, es recuperar la vitalidad.
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Al volver a respirar profundamente aparecerán recuerdos reprimidos u olvidados. Es lo que llamamos herida interior y descubrirás cómo ha teñido tu personalidad para mantenerte a salvo. Sanar tus heridas empieza por atreverte a mirar la vulnerabilidad a la que te llevan y la tarea de aceptarte y de aprender a quererte.
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Al empezar a respirar conscientemente aparecerán también sentimientos y emociones reprimidas. Aunque vivirás un amplio abanico de emociones, habitualmente la rabia y la tristeza son las que suelen aparecer. Es habitual que te cueste transitarlas puesto que llevas mucho tiempo evitándolas.
Te invito a que te des permiso a escuchar esas emociones y sus mensajes, a que las vivas, las sientas y las experimentes en un espacio seguro y contenedor donde puedas descargar esa energía sin desbordarte y aprender así a utilizar las emociones para ir a la acción.
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Al revivir tus recuerdos es posible que aparezcan situaciones en las que te arrepientes de algo que hiciste. Seguramente te sientas culpable y te avergüences de ti mismo. Esos sentimientos te mantienen atrapado.
No puedes cambiar los hechos que sucedieron pero puedes cambiar como te relacionas con ellos. Para que te perdones debes aprender a juzgarte con compasión: entender qué te ha llevado a cometer ese error y el aprendizaje que te ha proporcionado. No se trata de forzar nada sino de dejar que suceda.
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Cuando te perdones a ti mismo te invadirá una sensación de alivio y ligereza. Te parecerá que respiras más profundo puesto que una parte de tus corazas se habrá desecho. Te sentirás más vivo. Tu corazón empezará a bajar sus muros defensivos y se abrirá.
La alegría de tu corazón se contagia. Verás que tus relaciones y tu entorno también se benefician de ello y que empiezan a suceder cosas que parecían imposibles. ¡Atrévete a descubrirlas!
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Una vez que tu corazón se abre es importante que aprendas a poner unos límites sanos para protegerte sin necesidad de encerrarte de nuevo. Aceptarás tu vulnerabilidad a la vez que te das cuenta de tus fortalezas. Descubrirás que las relaciones son un proceso vivo y continuamente surgen nuevos desafíos y preguntas, eso nos permite crecer. Encontrarás tu vía para no volver a caer en el círculo del victimismo.
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Este proceso despierta en algunas personas el deseo de ir más allá. Puede que empieces a preguntarte cual es el sentido de tu vida o cuál es tu camino. Entiendo que la espiritualidad tiene que ver con nuestro hacer, nuestro día a día. Y una de las vías para entrar conscientemente en este camino es la meditación. No se trata de creer o de rezar sino de encontrar este espacio que hay dentro de ti más allá de tus pensamientos y emociones, tu sabiduría interior.
En este tiempo he acompañado a muchas personas en sus procesos de cambio. Por ello, aunque todos tenemos un camino distinto a recorrer reconozco las señales del cambio, de las resistencias, de las dificultades y de las puertas que se abren y te enseño a que tú también las identifiques.
Algunas de mis cualidades para acompañarte son la empatía, la escucha, la observación, la curiosidad, la capacidad de análisis y conexión, la mirada amorosa (con sus múltiples colores), la creatividad, la aceptación incondicional y sin juicio, la claridad, el respeto. Procuro crear un espacio seguro, cálido y amoroso para que puedas confiar, relajarte y abrir tu corazón. Por ello, las personas que acompaño están muy satisfechas de la atención que les dedico.
Conozco perfectamente las dificultades, las frustraciones, los miedos y las dudas que te surgen antes de empezar este proceso porque yo también estuve en tu lugar: viví juzgándome, no valorando mis éxitos, buscando la perfección, encontrándome con conflictos en mis relaciones que no entendía pero sintiéndome culpable de ellos… y encontré una manera diferente de vivir, encontré como ser feliz y sé que tú también puedes.
Puesto que cada proceso es único cada acompañamiento lo es también. Mi método combina un montón de herramientas y técnicas diferentes que he aprendido en muchas y variadas formaciones. Y como la mayoría de ellas han sido vivenciales, no reproduzco técnicas de libro sin más sino que les doy mi toque personal ya que comprendo perfectamente lo que hacen y cuando y para qué pueden ser útiles y eficaces.
Es ámpliamente conocido que la combinación del acompañamiento individual y el grupal es lo más eficaz en terapia. Efectivamente, la atención individual permite que nos centremos en tu proceso concreto, en tus singularidades y en lo que estás viviendo en tu día a día. Y a la vez, el espacio grupal te permite poner en práctica en un lugar protegido y cuidado lo que vas aprendiendo e incorporando, lo cual permite acelerar tu proceso de transformación.